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El Escudo de la Fe

El Escudo de la Fe

La Armadura de Dios: El Escudo de la Fe

(Efesios 6:13-16) Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

Tenemos una batalla real e intensa con el enemigo, la cual debemos día a día pelear y resistir. La Escritura nos enseña que podemos librar esta batalla poniéndonos la armadura de Dios, solo así podremos vencer al enemigo y sus ataques, y este escudo es suficiente para apagar los dardos de fuego del maligno.

Sabemos que Satanás usa a sus demonios para mandar esos dardos de fuego, pero si tenemos el escudo, podremos apagarlos, pero ¿cuáles son los dardos de fuego del enemigo? Son todas las tentaciones, satanás tira dardos de envidia, duda, miedo, deseos impuros, deseos de la carne, deseos de los ojos, orgullo,  diariamente está mandando dardos de fuego a nuestra vida y la única defensa que tenemos es el escudo de la fe.

En este pasaje Pablo utiliza la imagen de la armadura común de los soldados Romanos como una analogía para el sistema de defensa espiritual de los cristianos. Los soldados Romanos usaron diferentes tipos de escudos, pero dos son los que más resaltan a la hora de la batalla, uno era un escudo pequeño que se ponía en el antebrazo para la lucha mano a mano, se portaba en la mano izquierda, era muy ligero y se usaba para absorber los golpes, y en la mano derecha sostenían la espada, pero en realidad, el escudo al cual Pablo se refería, era diferente, era como de 4 pies de alto y 2 y medio de ancho. Cuando los Romanos iban a la guerra, llevaban este tipo de escudo, normalmente, los que estaban en la primera fila, plantaban esos escudos en la tierra, uno junto al otro, para crear una pared de protección en contra de las flechas que los enemigos lanzaban, imagínese ¿Qué pasaría si no llevaban esos escudos a la guerra?.

Pablo nos dice  “sobre todo”, no significa que este sea el más importante de todas la piezas de la armadura, pero dice “sobre todo” por encima del cinturón, la coraza, el calzado, del yelmo y la espada. El soldado tenía puesto toda su armadura, pero encima de todo eso estaba el escudo. La pregunta que podemos hacernos es ¿Por qué la fe es un escudo en contra de la tentación? ¿Cómo la fe nos asegura la victoria? Primeramente, fe es creer en Dios, esto es el punto principal del cristiano, es creer que el murió y resucitó, que la Biblia es la palabra de Dios, que Él viene por nosotros, y que por Él entraremos al reino los cielos.

  • (Habacuc 2:4)  más el justo por su fe vivirá.
  • (Romanos 1:17) Mas el justo por la fe vivirá.
  • (Gálatas 3:11) El justo por la fe vivirá.
  • (Hebreos 10:38) Mas el justo vivirá por fe.

Cuando Dios dice algo esta cantidad de veces, es mejor que entendamos el mensaje, la fe es nuestra vida, cada dardo que el enemigo lanza es una mentira, satanás nos atacará con mentiras, lo ha venido haciendo desde el principio con Adán y Eva, del mismo modo en Mateo y Lucas 4, la tentación de Jesús.

Es así como la tentación llega a cada uno de nosotros,  satanás viene y dice: La biblia dice que tu no debes de tener relaciones sexuales antes de casarte, “pero es divertido”, la bíblica dice que no os unáis en yugo desigual, satanás dice: “no pasa nada, ustedes se aman y eso es lo que importa”, Dios dice: no lo hagas, satanás dice: hazlo, no pasará nada ¿A quién le creeremos? Debemos de tener el escudo de la fe, creámosle a Dios, Él no es hijo de hombre para mentir. Él quiere bendecirnos con toda bendición espiritual, solo tenemos que confiar, todo lo que Dios dice es verdad, si usted cree y obedece será su escudo, pasaremos por dificultades, problemas, tribulaciones, pero que nuestra fe este puesta en el Señor y en su Palabra.

Conclusión: Sostengamos el escudo de la fe, Dios nos promete muchas cosas, pero Él quiere que permanezcamos en la fe. Si vamos ha salir victoriosos de esta guerra, hagamos la cosas a su manera. Entre más conocemos a Dios más confiaremos en Él, pongámonos el escudo de la fe.

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